2
Así que, después los doce apóstoles oyeron lo que ellos habían dicho, ellos convocaron a todos los otros creyentes de Jerusalén para reunirse juntos. Entonces los apóstoles les dijeron: "¡No estaríamos haciendo bien si nosotros dejáramos de predicar y enseñar el mensaje de Dios para distribuir comida a la gente!
3
Así que, compañeros creyentes, escojan cuidadosamente a siete hombres de entre ustedes , hombres a quienes ustedes saben que el Espíritu de Dios los dirije y quienes son muy sabios. Entonces nosotros los instruiremos para que hagan ese trabajo.
4
Así nosotros , nos mantendremos usando nuestro tiempo para orar y predicar y enseñar el mesaje de Jesús."
5
Lo que los apóstoles recomendaron complació a todos los demás creyentes. Así ellos escogieron a Esteban, un hombre que fuertemente creía en Dios y al cual el Espíritu Santo controlaba completamente. Ellos también escogieron a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, que era de la ciudad de Antioquía. Nicolas había aceptado la religión judía antes de haber creído en Jesús.
6
Los creyentes llevaron a estos siete hombres a los apóstoles. Luego los apóstoles oraron por estos hombres y pusieron sus manos sobre las cabezas de cada uno de ellos para causar que ellos hicieran ese trabajo.
7
Entonces los creyentes continuaron diciéndole a muchas personas el mensaje de Dios. El número de personas en Jerusalén que creía en Jesús había crecido grandemente. Entre ellos había muchos sacerdotes judíos que estaban siguendo el mensaje sobre como ellos debían confiar en Jesús.
8
Dios le había dado a Esteban poder para hacer muchos milagros asombrosos entre la gente que mostraba que el mensaje acerca de Jesús era verdadero.
9
Sin embargo, alguna personas se oponían a Esteban. Ellos eran de un grupo de judíos que se reunían regularmente en una sinagoga llamada Los Libertos, y también personas de las ciudades de Cirene y Alejandría y de las provincias de Cilicia y Asia. Ellos todos comenzaron a discutir con Esteban.
10
Pero ellos no pudieron probar que lo que él decía estaba mal, porque el Espíritu de Dios lo capacitaba para hablar con mucha sabiduría.
11
Así que, ellos persuadieron secretamente a algunos hombres para acusar falsamente a Esteban. Esos hombres decían: "Nosotros le escuchamos decir cosas malas sobre Moisés y Dios."
12
Entonces hicieron que las otras personas Judías se molestaran con Esteban, incluyendo a los ancianos y a los maestros de la ley Judía. Entonces todos ellos tomaron a Esteban y lo llevaron al concilio Judío.
13
También traeron a algunos hombres quienes lo acusaron injustamente. Estos hombres dijeron: "Este sujeto sigue diciendo cosas malas acerca de este santo templo y acerca de la ley que Moisés recibió de Dios.
14
Lo que queremos decir es que lo hemos escuchado decir que este Jesús del pueblo de Nazaret destruirá este templo y nos dirá que obedezcamos costumbres diferentes a las que Moisés les enseño a nuestros ancestros."
15
Toda la gente en el cuarto del concilio miró a Esteban y vieron que su cara parecía la cara de un ángel.