Capítulo 4

1 Por lo tanto, desde esta prisión donde estoy, porque yo proclamo al Señor Jesús, yo les insto a ustedes, a quien Dios ha escogido para vivir en una manera que honre a Jesús, quien los llamó. 2 Humildemente y gentilmente y pacientemente sirvan las necesidades de cada uno, porque se aman uno al otro. 3 Hagan todo lo que puedan, para mantenerse unidos el uno con el otro, al vivir juntos pacíficamente los unos con los otros. 4 Todos los creyentes forman un grupo, y solo hay un Espíritu Santo, y ustedes fueron escogidos para esperar confiadamente que Dios les cumpla Sus promesas a ustedes. 5 Sólo hay un Señor, Jesucristo, en Quien todos confiamos juntos. Y sólo hay una manera para bautizar a cualquiera a Su nombre. 6 Sólo hay un Dios, El Verdadero Padre de todos. Él gobierna sobre todo Su pueblo y llena todo con Su poder. 7 Dios ha dado generosamente a cada creyente, regalos espirituales que Cristo ha medido para nosotros como Él desea. 8 Esto es similar a lo que decía el Salmista acerca de Dios recibiendo el dinero tributado de aquellos a quienes Él ha conquistado: "CUANDO ÉL ASCENDIÓ A SU CIUDAD, EN LA CIMA DE LA MONTAÑA, ÉL GUIÓ A LOS CAUTIVOS A LA CAUTIVIDAD Y DIO SUS REGALOS DE TRIBUTO A SU PUEBLO." 9 Las palabras "ÉL ASCENDIÓ" ciertamente, nos hace saber que Cristo había también previamente descendido a la tierra desde el cielo, como el Rey ungido de Dios, descendiendo desde Jerusalén a luchar. 10 Cristo, quien descendió a la tierra para conquistar la maldad, es también el Único quien fue crucificado por nuestros pecados, volvió a la vida, y ascendió a la posición más exaltada en el cielo, para que así Él pueda llenar todas las cosas con Su poder. 11 El señaló a algunos creyentes para ser apóstoles, algunos profetas, otros evangelistas, otros a liderar y otros para enseñar a los grupos de creyentes. 12 Esto era para preparar al pueblo de Dios a hacer el trabajo de Dios y servir a otros, para que todas las personas que pertenece a Cristo, puedan convertirse espiritualmente fuertes. 13 Él quiere que todos nosotros, los creyentes, estemos unidos juntos, mientras todos nosotros confiamos en Él y crecemos entendiéndolo completamente. Él quiere que nosotros nos convirtamos en creyentes maduros, juntos, creciendo para ser como Él mismo, quien es perfecto. 14 Entonces no seremos más, ignorantes de lo que es verdadero, como los niños pequeños. Nosotros no seguiremos más toda nueva enseñanza, como un barco que es soplado alrededor por el viento y olas. Nosotros no le permitiremos a las personas que enseñan lo que es falso, para que nos estafen y engañen. 15 En cambio, viviremos amando a Dios, y confiando en Sus enseñanzas verdaderas ,y nosotros nos volveremos más y más como Cristo en todo camino. Él controla a Su pueblo, como una cabeza de una persona controla su cuerpo. 16 Él permite a todos los creyentes, en todas partes, que crezcan juntos y se amen los unos a los otros, como el cuerpo de una persona encaja junta por las articulaciones que conectan el cuerpo junto, lo que permite al cuerpo a crecer y construirse a sí mismo, porque las partes del cuerpo dependen la una de la otra. 17 Por la autoridad del Señor Jesús, yo fuertemente afirmo que ustedes no pueden vivir más, como los no-creyentes no-Judíos viven. La forma vana en la que piensan, los dirige en como vivir. 18 Son incapaces de pensar claramente acerca de lo que es correcto o incorrecto. No pueden comprender, obedeciendo a Dios, porque se rehúsan a escuchar Su mensaje, así que ellos no tienen la vida eterna que Jesús nos da. 19 Ellos han escogido hacer cosas vergonzosas, que sus cuerpos desea, sin parar. Ellos cometen todo tipo de actos imorales y están obesionados con ellos más y más, y ellos son codiciosos por cualquier cosa que ellos desean. 20 Pero cuando ustedes aprendieron acerca de Cristo, no aprendieron a vivir así. 21 Ahora que han escuchado sobre Jesús, y Él les ha enseñado, ustedes saben que Su manera es la verdadera manera de vivir. 22 Jesús les enseñó a parar de vivir la manera que ustedes solían vivir, cuando ustedes hacían lo que sus malos deseos los engañaban a hacer. 23 Ustedes deben permitirle a Dios, que cambie la manera en que ustedes piensan en lo profundo de sus mentes, 24 y ustedes deben empezar a vivir como las nuevas personas que Dios los ha hecho convertirse. Deben vivir justamente, separados para Dios y viviendo la manera que es como la santa verdad sobre Jesús. 25 Por lo tanto, renuncien a mentirse el uno al otro. En cambio, hablen verdaderamente los unos a los otros, porque nosotros ahora somos los compañeros creyentes de cada uno; nosotros ahora pertenecemos los unos a los otros en la familia de Dios. 26 Si se enojan, no permitan que su enojo se convierta en pecado. Antes del final del día, paren de estar enojados 27 para que así no le permitirán al diablo a tentarlos a hacer el mal. 28 Aquellos que han estado robando, no pueden robar más. En cambio, deben trabajar duro para ganarse su vivencia por sus propios esfuerzos, para que así tengan algo que darle a aquellos quienes están necesitados. 29 No usen lenguaje ofensivo. En cambio, digan cosas buenas que puedan ayudar a personas cuando necesiten ayuda, cosas que ayuden a aquellos que oyen. 30 No hagan que el Espíritu Santo de Dios esté triste por lo que dicen o por como viven, pues Él nos ha sellado con la promesa de protección eterna de Dios, para el día cuando Dios nos liberará de este mundo de maldad. 31 No sean rencorsos para nada hacia otros. No se enojen de ninguna manera, o griten abusivamente a otros. Nunca calumnien a otros. Nunca planifiquen maldad hacia otros. 32 Sean amables los unos con los otros. Actúen misericordiosamente hacia cada uno. Perdónense los unos a los otros, así como Dios los perdonó a ustedes, por lo que Cristo ha hecho.