Capítulo 5

1 Mis compañeros creyentes, yo quiero contarles más sobre el tiempo cuando el Señor Jesús regresará. ¡Realmente, ustedes no necesitan que les escriba sobre esto, 2 porque ustedes mismos conocen precisamente sobre esto ya! Ustedes saben que el Señor Jesús regresará inesperadamente. Las personas no lo esperarán, así como nadie espera a un ladrón cuando llega en la noche. 3 En algún momento en el futuro muchas personas dirán: "¡Todo está en paz y estamos a salvo!" ¡Entonces repentinamente Dios vendrá a castigarlos severamente! Tal como una mujer embarazada que experimenta dolores de parto que no puede parar esos dolores, esas personas no tendrán manera de escapar de Dios. 4 Pero ustedes, mis compañeros creyentes, ustedes no son como las personas que viven en oscuridad, porque conocen la verdad sobre Dios. Así que cuando Jesús regrese, ustedes estarán listos para Él. 5 Ustedes pertenecen a la luz, a la luz del día. Ustedes no son como aquellos que pertenecen a la oscuridad, a la noche. 6 Así que nosotros los creyentes tenemos que estar atentos a lo que está sucediendo. Tenemos que controlarnos a nosotros mismos y estar listos para la llegada de Jesús. 7 Es de noche, cuando la gente duerme y no saben lo que está sucediendo y es en la noche cuando la gente se embriaga. 8 Pero nosotros los creyentes pertenecemos al día, así que hay que controlarnos a nosotros mismos. Seamos como soldados, como ellos protegen su pechos con corazas, hay que protegernos nosotros mismos confiando en Cristo y amándolo a Él. Así como protejen sus cabezas con cascos, hay que protegernos a nosotros mismos esperando en Cristo a que nos rescate por completo de la maldad. 9 Cuando Dios nos escogió, Él no planificó en que fuéramos personas a quien Él castigaría. Al contrario, Él decidió salvarnos porque confiamos en lo que nuestro Señor Jesucristo ha hecho por nosotros. 10 Jesús murió para quitar nuestros pecados para que podamos vivir juntamente con Él, ya sea que estemos vivos o que estemos muertos cuando Él regrese a la tierra. 11 Porque ustedes saben que esto es verdad, continúen alentándose unos a los otros, así como en efecto ustedes ahora lo están haciendo. 12 Mis compañeros creyentes, les pedimos que reconozcan como líderes esas personas que trabajan fuerte por ustedes. Esto significa que ustedes deben respetar aquellos que los dirigen a ustedes como compañeros creyentes unidos al Señor Jesús, líderes quienes les advierten a no hacer lo que está incorrecto. 13 Pedimos que los honren, porque ustedes los aman, y porque ellos trabajan fuertemente para ayudarlos a ustedes. También les instamos a que vivan en paz entre ustedes. 14 Mis compañeros creyentes, les instamos a ustedes que les adviertan a los creyentes quienes quieren vivir de lo que otros le den, en lugar de ellos trabajar. También animen a creyentes que están temerosos y ayuden a toda persona quienes son débiles en cualquier manera. También les instamos a que sean pacientes con todos. 15 Asegúrense que ninguno de ustedes haga obras malvadas a ninguno que le haya hecho mal a ustedes. Al contrario, ustedes siempre deben tratar de hacer buenas obras a cada uno de ustedes y a todos los demás. 16 Estén alegres todo el tiempo, 17 oren contínuamente 18 y den gracias a Dios en todas las circunstancias. Dios quiere que ustedes se comporten de esa manera, por lo que Cristo Jesús ha hecho por ustedes. 19 No impidan que el Espíritu de Dios trabaje entre ustedes. 20 Por ejemplo, no desprecien nada que el Espíritu Santo le diga a alguien. 21 Al contrario, evalúen todos estos mensajes. Acepten las partes que son buenas y obedézcanlas. 22 No obedezcan ningún tipo de mensaje malvado. 23 Que Dios les dé paz y los haga sin falta, para que ustedes no pequen. Que Él los guarde de pecar en cualquier manera, hasta que nuestro Señor Jesucrito regrese a la tierra. 24 Porque Dios les ha llamado para que sean Su pueblo, ustedes ciertamente pueden confiar en Él, para que continúe ayudándolos de esa manera. 25 Mis compañeros creyentes, oren por mi, por Silas y por Timoteo. 26 Cuando se reúnan como creyentes, salúdense unos a otros afectivamente, como compañeros creyentes deben hacer. 27 Asegúrense de que lean esta carta a todos los creyentes que están entre ustedes. ¡Les digo esto a ustedes, al igual como si el Señor estuviera hablándoles! 28 Que nuestro Señor Jesucristo continúe actuando bondadosamente con todos ustedes.