Capítulo 9

1 Para las personas quienes critican como yo trabajo, yo le contesto así: Yo soy un apóstol. Yo he visto a Jesús nuestro Señor. Yo soy libre. Ustedes son el resultados del trabajo que yo hice--ustedes son mi hechura. 2 Incluso si algún otro no piensa que yo soy un verdadero apóstol, yo soy un verdadero apóstol para ustedes. Por el sello de aprobación del Señor, ustedes son pruebas de que yo soy un verdadero apóstol. 3 Así es como yo le contesto a aquelos que dicen que yo no soy un verdadero apóstol porque yo no vivo del dinero que ustedes los creyentes me dan. 4 Por supuesto nosotros tenemos el derecho de vivir de cierto dinero. 5 Nosotros ciertamente trabajamos con esposas creyentes, como los otros apostoles hacen--como el hermano del Señor y Cefas. 6 Nadie hizo una regla que solo Bernabé y yo debemos trabajar para apoyarnos a nosotros mismos. 7 Ningún soldado sirve en el ejercito en su propio costo. Nadie planta un viñedo sin ser capaz de comer uvas o beber el vino. Nadie pastorea un rebaño y sin beber alguna de la leche que viene de los animales. 8 Esto es sentido común. Pero la Ley dice esto también. 9 Porque la Ley de Moisés dice: "CUANDO UN BUEY ESTÁ TRILLANDO, NO LO DETENGAS DE COMER UN POCO." Hay algo más que Dios está preocupado sobre esta Ley. 10 Esta Ley es sobre nosotros. Moisés está diciendo que aquellos que trabajan en algún trabajo debe beneficiarse de la fruta de ese trabajo, como el buey que come el grano que él está trillando, como un apóstol a través de su iglesia. 11 Si nosotros hemos sembrado la semilla de las buenas noticias a ustedes, ¿es demasiado para nosotro recibir dinero de ustedes en nuestro apoyo? 12 Si los otros reciben este tipo de ayuda de ustedes, nosotros ciertamente hemos probado que nosotros lo merecemos mucho más. Sin embargo, nosotros no hemos aceptado nada de ustedes, aunque nosotros teníamos derecho de la misma. De lo contrario, nosotros sobrepasamos todo tipo de privación así que nosotros no lo hacemos más difícil para las personas que creén en las buenas noticias sobre Cristo. 13 Ciertamente ustedes saben que todos aquellos que ayudan a cargar los sacrificios ofrecidos a Dios en el templo recibieron algunos de esos ofrecimientos para sus propias necesidades. Ellos recibieron algunas de las comidas que fueron ofrecidas para Dios. 14 De la misma manera, el Señor ha ordenado que aquellos que proclaman las buenas noticias van a recibir sus salarios de las buenas noticias. Ellos reciben parte de lo que se le da a Dios para sus necesidades. 15 Pero yo no he demandado este dinero para mi. Y este no es el porque yo le estoy escribiendo esto a ustedes ahora. Yo prefiero morir que para que me paguen a mi. Yo no voy a demandar esto porque yo no reclamo mi derecho a ser apoyado por ustedes-- mi razón de jactancia. 16 Si yo proclamo la buena noticia, yo no estoy haciendo nada para yo jactarme. Yo debo predicar la buena noticia. Yo me entristesco con muchas lágrimas si yo no pudiera hacer lo que Dios me llamó hacer. 17 Cuando yo predico la buena noticia libremente, yo tengo una gran recompensa. Pero aunque yo no la predicara libremente, yo como quiera lo tendría que hacer, porque Dios confió en mi para hacer este trabajo por Él. 18 Así que ¿qué es la recompensa que Dios me dará? Es que cuando yo predico las buenas noticias a las personas que no me apoyan, yo lo ofrezco libremente, sin poner a nadie bajo la obligación mía. Ellos reciben las buenas noticis sin ningún costo de dinero, y yo no recibo de ellos nada que ellos me deben. 19 Yo soy libre de todas las obligaciones y yo no le debo nada a nadie. Nadie me debe nada, pero yo soy un sirviente de todos, así que yo puedo persuadir más y más personas para que confien en Cristo. 20 Cuando trabajo con personas Judías, yo me convierto como un Judío, para que yo pueda ganarlos para Cristo. Para aquellos que están viviendo bajo la Ley (aunque yo no estoy viviendo mi vida bajo las demandas de la Ley), Yo vivo como ellos viven, con el fin que aquelos que viven bajo la Ley puedan confiar en Cristo como yo he hecho. 21 Cuando yo estoy con aquellos que no son Judíos, aquellos que viven lejos de la Ley de Moisés, yo me convierto como ellos (aunque yo mismo no estoy fuera de la Ley de Cristo), así que yo puedo persuadir a aquellos que están lejos de la Ley para confiar en Cristo. 22 Para aquellos que son débiles sobre las reglas y las Leyes, yo vivo como ellos viven, para que yo pueda persuadirlos a ellos a confiar en Cristo. Yo he vivido bajo regas y muchas manera y con todo tipo de personas y de cualquier manera Dios escoja trabajar, Dios va a rescatar a alguno de ellos. 23 Yo hago todo esto para yo poder proclamar las buenas noticias sobre Cristo, así que yo voy también voy a experimentar las cosas buenas que las buenas noticias nos traen a nosotros. 24 Ustedes saben cuando las personas corren en una carrera, todos corren, pero solo uno de ellos gana el premio. Así que ustedes también deben correr para ganar el premio. 25 Todos los atletas son cuidadosos en la manera que ellos entrenan. Ellos están corriendo para una corona que rápidamente perece y se desvanece. Pero nosotros estamos corriendo para que nosotros podamos recibir la corona que dura para siempre. 26 Por lo tanto, en todo lo que yo hago, yo lo hago para un propósito. Yo no gasto mi esfuerzo ni cansarme a mi mismo al golpear al aire como un boxeador que no tiene oponente. 27 Yo disciplino a mi cuerpo y yo hago que obedezca mis órdenes. Yo no quiero predicar las buenas noticias a otros y después perder mi recompenza porque yo fallé en cumplir lo que Él me ordenó hacer.