El SEÑOR visitó a Sara y ella dio un hijo a Abraham a la hora prometida.
Cuando Isaac tenía ocho días de nacido, Abraham lo circuncidó.
Sara dijo que Dios la había hecho reír.
Sara vio al hijo de Agar burlándose.
Sara le dijo a Abraham que expulsara a Agar y a su hijo, porque el hijo de Agar no sería heredero con Isaac.
Abraham estaba afligido por la demanda de Sara.
Dios le dijo a Abraham que escuchara a Sara.
Agar y su hijo fueron al desierto.
Dios dijo que convertiría al hijo de Agar en una gran nación.
Dios abrió los ojos de Agar y vio un pozo de agua.
El hijo de Agar se convirtió en arquero y su madre consiguió una esposa para él de Egipto.
Abimelec quería que Abraham jurara que no trataría falsamente con Abimelec, o con sus hijos, o con sus descendientes. Abimelec le pidió a Abraham que le mostrara la misma fidelidad del convenio que Abimelec le había mostrado a Abraham.
Abraham se quejó a Abimelec de un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían tomado.
Abraham envió siete corderos hembras a Abimelec como testigo de que él había cavado el pozo en disputa.
Abimelec regresó a la tierra de los filisteos.
Abraham adoraba al SEÑOR, el Dios eterno.
Abraham vivió en la tierra de los filisteos durante muchos días.