Capítulo 1

1 Ahora sucedió en los días de Asuero (él era Asuero, el que reinó desde India incluso tan lejos como Etiopia, 127 provinicias); 2 en esos días, mientras el rey Asuero se sentaba en el trono de su realeza, el cual se encontraba en Susa la ciudadela: 19 20 Si es bueno al Rey, que un decreto de realeza salga de delante de su rostro, y que sea escrito en las leyes de Persia y Media (las cuales no pasan) que Vasti nunca venga ante el rostro del rey Asuero. y que el rey le dé la realeza de ella a su vecina, la mujer que sea mejor que ella. Y el decreto del Rey será oido, el que el hará, por todo su reino, aunque es grande. Entonces, todas las mujeres darán honor a sus esposos, desde el mayor hasta el menor. 21 22 Y la palabra parecia buena a ojos del Rey y de los oficiales. Y el Rey actuó de acuerdo a la palabra de Memucán. Y el envió cartas a todas las provincias del Rey, a provincia por provincia según su propia escritura, y a pueblo por pueblo según su propia lengua: que todo hombre debía estar gobernando en su casa y hablando según la lengua de su pueblo.